El pasado sábado de este fin de semana que acabamos de dejar atrás
Toledo, como veníamos avisando, tristemente no podía celebrar el
Record Store Day por falta de tiendas de música en la ciudad. Pero eso no supuso un problema para que la música estuviera presente en la ciudad a cargo de dos programas musicales de la radio libre toledana que celebraran senda efemérides.
La primera de ellas tenía lugar por la mañana gracias a
Rutas Enemigas que celebró cuatro años de existencia con los directos de
Moonshiners,
Alias y
The Lujamen Brothers en
The Crowdfunding. Una pena no poder asistir por asuntos laborales de este Caleidoscospio, aunque hemos visto por ahí que fue todo un éxito, algo de los que nos alegramos de verdad.
Ya por la noche, fue el programa de
Onda Polígono Música Envenenada el que se encargó de que la fiesta de la música siguiera en la ciudad con un programa, el número 100, grabado en vivo para la ocasión y que contó con todos los ingredientes habituales de sus emisiones de los lunes, que vieron vitaminas por el concierto posterior de
Lecciones de Vuelo y una sesión a cargo de
Say Yes Dj y
Envenenadub.
El lado radiofónico empezó muy electrónico con
M83 y un debate con sentimientos encontrados de su último trabajo
'Junk', pasando por las experiencias de los colaboradores del programa en el concierto de
Lust For You,
DIIV y
Sky Ferreira o las recomendaciones de bandas como
My Expansive Awareness desd
e Zaragoza o los australianos
The Belligerents, uno de los descubrimientos de la noche para el que escribe.
La radio dio paso al concierto de
Lecciones de Vuelo, joven grupo madrileño a punto de publicar su segunda larga duración y que podemos afirmar que recogen la herencia de lo más granado del indie español de los últimos 15 años, con reminiscencias que van desde
La Habitación Roja,
Ellos o
La Buena Vida, pasando por un toque a
Los Planetas en las guitarras.
Melodías bonitas, pegadizas y bailabales interpretadas a dúo entre una voz femenina y masculina muy bien sincronizadas y distorsiones con las que la
Sala Pícaro comenzó a llenarse de gente preparada para lo que vía después, en una sesión de música que yo ya dejé casi por todo lo alto a la una de la mañana con
'Mi Fábrica de Baile' de
Joe Crepúsculo.