El
VI Aniversario del Monasterio de Cultura llevaba ya cerrado desde hace meses y la ciudad de
Toledo tenía ya su habitual cita anual con el underground más selecto tanto de fuera como de dentro de la capital regional para este sábado 18 de febrero. Pero los acontecimientos hicieron que tan solo a cinco días antes de su celebración los organizadores se les pasara incluso por la cabeza cancelarlo.
La "competencia desleal" que algunos argumentaron para poner palos en las ruedas al
Aniversario se vio reflejada en un cambio de horarios que al final no mermó para nada la calidad del festival y la asistencia de público, pese a que les moleste a quienes quieren controlar la noche toledana y quedársela para ellos solos.
A estos mismos habría que decirles que el dinero y el negocio no es lo más importante y que más que intentar impedir que los amantes de eventos como estos, que no me cansaré nunca en decir que son cultura como cualquier otra y no hacen más que enriquecer la ciudad, deberían, primero, dejar hacer al resto y, segundo, apoyarlos porque son cosas perfectamente compatibles y de las que estoy seguro que se acabarían beneficiando, incluso económicamente, que es lo que parece que les importa.
Pese a todo ello y contra todos los elementos, los chicos del
Monasterio de Cultura se mantuvieron firmes este año --el año próximo ya veremos que ocurre...-- con una cita que podemos decir que comenzó ya el viernes en
El Internacional y que continuó el sábado desde las 13.00 horas en el
Crowd Funding, sin conciertos como en un principio estaba previsto, pero sí con los habituales mercadillos y DJ´s de cabecera de la Asociación toledana.
La música en directo comenzó pasadas las 16.00 horas con
Raw Paw, que tras solventar los problemas de sonido dieron buena cuenta de que el punk no es solo cosa de hombres y que los grupos de chicas, tan necesarios ahora mismo, no son solo los dos o tres que los grandes medios especializados nacionales están encumbrando ahora mismo. Hay muchos más y una muestra de ello son este trío toledano.
Acto seguido, todos los componentes de
Camellos saltaban escenario junto con un nutrido grupo de seguidores que se situaron en primera fila para corear todas y cada una de sus canciones. Ellos salen al escenario para pasarlo y hacerlo pasar bien y así lo hicieron desde el primer momento. Como muestra de ello solo había que escuchar las socarronas letras de sus canciones, destacando
'Ejecutivo Agresivo',
'Telmo y Luis',
'Pantoja-HA' o la muy pegadiza
'Gilipollas'.
El espectáculo de
Clara te canta iba a mantener el tono más divertido y bizarro de la noche. Con sus canciones "mediocres", como ella misma reconoció, se metió en el bolsillo a toda la sala que se divirtió y lo pasó de lo lindo. Algo que le pudimos transmitir entre concierto y concierto y que ella nos reconocía que es lo que pretende con sus actuaciones.
Klute, uno de los platos fuertes para este que escribe, iban ser los siguientes en desplegar su power rock y punk rock al estilo de bandas como
Hüsker Dü o
Dinosaur Jr para presentar su último EP '
Loser'. Fue un concierto muy fino y exquisito, disfrutable de principio a fin para los nostálgicos de los 90, destacando entre otros temazos como
'Loser'.
Nos habían advertido de que el siguiente grupo en salir --
Favx con V y no con U como Toletvm-- iba tocar solamente 20 intesísimos minutos y, aunque fueron alguno más, la verdad es que así fue. Con ellos comenzaron los primeros pogos en un estilo musical difícil de encasillar --pop, punk, grunge algo de hardcore-- con momentos que incluso me recordaron a
Prodigy. Algo digno de ver.
Los Cosméticos presentaron una puesta en escena más convencional pero desplegando el rock contundente, sónico, oscuro y bailable de
'Danze! Zizek Danze!'. Los de Bilbao mantuvieron los decibelios por todo lo alto hasta la llegada de
Texxcoco, otro de los platos platos fuertes de la noche y que, junto con
Klute, iba a ser lo mejor del
VI Aniversario del Monasterio de Cultura.
Los canarios iban poner sobre la palestra un arrollador sonido mezcla de garaje, punk, grunge y psicodelia que desató de nuevos los pogos entre los presentes, que no iban a parar desde el comienzo al fin de un concierto de esos en los que te das cuenta de que estás presenciando algo grande, muy grande.
Por último, y con el publico ya muy caliente después de
Texxcoco,
La Moto de Fernan cerraron el
VI Aniversario del Monasterio de Cultura entre la locura que iban a desatar, y que iba a suponer que la atención se desplazase del grupo a la gente que llenó el
Crowd Fundig y que solo quería que oír la música más rápido.